viernes, 5 de noviembre de 2010

SEXO Y GÉNERO

Sistema Sexo - Género

Frecuentemente se confunde sexo y género, si bien el sexo determina al género la mayoría de las veces, existen diferencias inconfundibles.

El sexo se basa en el aspecto externo, fisiológico de la persona y el género en los comportamientos, actitudes, pensamientos de hombres y mujeres de acuerdo a un «orden preestablecido».

SEXO: es el conjunto de características físicas, biológicas y corporales con las que nacemos, son naturales y de alguna manera inmodificables. Nuestra especie tiene dos sexos fundamentales, mujer y hombre, a partir de ello se construye la identidad de género (femenino o masculino).

GÉNERO: es el conjunto de características psicológicas, sociales y culturales asignadas a las personas. Estas características son históricas, modificables, se van transformando con y en el tiempo. Ejemplo: Qué se espera de una niña de diez años en un contexto urbano y qué se espera de una niña de diez años en un contexto rural en cuanto a sus ocupaciones, responsabilidades y conducta.

¿Qué son los atributos?

Todos estos conocimientos nos dan los atributos, es decir maneras de ver, sentir, vivir, pensar y actuar de acuerdo al mundo femenino o masculino.

Atributos FemeninosMasculinos, debilidad- fuerza, sensibilidad- racionalidad, maternal- rudeza, coquetería....

Los atributos no son hereditarios, no son genéticamente adquiridos, sino que son asignados socialmente.

¿Qué son los roles?

Los roles son las diversas tareas o papeles que una persona realiza en la sociedad.

Los roles femeninos están relacionados al ámbito privado, trabajo doméstico y la crianza de la prole. Algunos ejemplos: cocinar, lavar, planchar, coser, limpiar el hogar, tender camas, cuidado de hijos e hijas, brindarles alimento, cambiarlos/las, llevarles a la escuela, cuidarles cuando están enfermos/as.

Los roles masculinos están relacionados al ámbito público, el trabajo fuera del hogar. Algunos ejemplos: aportar en la economía familiar, prestigio trabajo fuera del hogar, desarrollar sus capacidades en un ámbito ajeno al doméstico.

El problema radica en que el trabajo doméstico se asume como una tarea principalmente femenina, pero además sin valor alguno. Como es un trabajo que nunca termina, que se repite incesantemente, un trabajo del que no se pueden ver resultados permanentes, no se lo aprecia. Una desvalorización de las tareas domésticas, desvaloriza también a quien las ejecuta.

¿Qué es un estereotipo?

Estereotipo sexual es una idea que se fija y perpetua con respecto a las características que presuponemos propias de uno y otro sexo. Para citar algunos ejemplos de estereotipos sexuales: las mujeres son para la casa, los hombres son insensibles, las mujeres son pasivas y sumisas, los hombres son fuertes.

Socialización.

¿Cómo aprendemos a ser mujeres y hombres? Aprendemos a ser mujeres y hombres a partir de los procesos de socialización en las distintas instituciones e instancias de nuestra sociedad, entre ellas, la familia, la escuela, la religión, los medios de difusión social, los partidos políticos, el mercado de trabajo, la educación.

Tanto en la familia como en la escuela se recibe todo un adiestramiento de género a partir de las interrelaciones, los juegos, mandatos sociales, modelos, normas, valores, creencias, actitudes, que imponen, reproducen, perpetúan y legitiman lo femenino y lo masculino.

Identidad de Género.

Es aquella que nuestro grupo social y cultural asigna a través de sus instituciones y de las concepciones del mundo para lo que significa ser hombre y mujer. Por ejemplo:

En el campo de la educación formal se enseña a los niños: a ser emprendedores, tomar decisiones y no mostrar debilidad y a las niñas: a ser sumisas, tolerantes y limpias.

Los medios de comunicación a través de las novelas, publicidad, series, etc. muestran a las mujeres en papeles de princesas, chismosas, «enamoradizas», villanas, cándidas, rameras y a los hombres como exitosos, protectores, apasionados, racionales, honestos y rufianes.

En la familia, los hombres, como el padre y el hijo reciben un trato preferencial, por ejemplo, al momento de distribuir la comida las mejores raciones las reciben ellos; así también los permisos de salidas para los hijos e hijas adolescentes son diferenciadas según el criterio de que a las «mujercitas» hay que cuidarlas más.

La sociedad en general es mucho más tolerante con los hombres, que con las mujeres, con respecto a: la soltería, el divorcio, el alcoholismo, la infidelidad, la deslealtad, la corrupción.

Discriminación de género.

A partir de las diferencias construidas desde la identidad de género se han establecido desigualdades y jerarquías en la relación de hombres y mujeres. Al no ser los roles femeninos valorados de la misma manera que los roles masculinos, las relaciones de género no son equitativas, existe discriminación hacia la mujer. Esto nos lleva a definir que la mujer se encuentra en condiciones de desigualdad y discriminación y la discriminación genera violencia.

Equidad.

La equidad parte de la necesidad de reconocer y valorar las diferencias entre hombres y mujeres otorgándoles igualdad de oportunidades a todos y todas para el desarrollo de sus potencialidades, habilidades y destrezas. Lograr la equidad entre varones y mujeres tiene que ver con las siguientes aspectos: respeto mutuo; el logro de iguales beneficios para ambos sexos en distintos ámbitos y, por lo tanto, iguales resultados; reparar en las diferencias (género, etnia, edad, creencias, etc.) debe permitir prestar atención a las necesidades de cada persona; las diferencias no deben dar lugar a desigualdades; la igualdad de oportunidades y condiciones permitirá que cada persona, desarrolle sus capacidades y potencialidades y pueda optar desde esas experiencias, generar en todos los ámbitos relaciones entre varones y mujeres y entre pares que no se basen en estereotipos ni generen discriminaciones; se trata de reflexionar sobre los roles y estereotipos de una manera crítica y creativa y analizar sus consecuencias para varones y mujeres en su vida actual y futura.

Por José Antonio Enamorado,

Profesor de Filosofía

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